Un conflicto armado es siempre una tragedia para el ser humano, la confirmación de que no hemos sabido ponernos de acuerdo y hemos llegado a un punto de entendimiento imposible, en el que preferimos matarnos a negociar. Es el reflejo de toda la oscuridad y el terror que el hombre es capaz de llevar a cabo contra sus propios congéneres, en busca de poder, e imponer sus ideas, de afianzar su posición… Por desgracia, las guerras han existido desde que el hombre es hombre, y han tenido numerosas causas diferentes, desde raciales hasta económicas, religiosas y políticas. La situación, pese a todo, sigue siendo igual hoy por hoy, y los conflictos armados se siguen produciendo en países de África pero también en algunos rincones de Oriento Próximo e incluso en Europa. El siglo XX fue especialmente duro en este tipo de conflictos, hasta el punto de tener lugar, en su primera mitad, dos Guerras Mundiales que siguen suponiendo hoy en día una gran vergüenza para toda especia, algo que jamás se debería repetir.
Las Guerras Mundiales que tuvieron lugar en Europa en la primera parte del siglo XX supusieron el fin de una era y el principio de otra. Como ocurrió previamente en otras transiciones modernas, había gente poderosa que no quería dejar su posición preponderante, frente a nuevas facciones que querían imponer un nuevo orden. Esto generó conflictos desde el siglo XIX entre las grandes potencias europeas, que cristalizaron primero en la Gran Guerra, entre 1914 y 1917, y posteriormente en la Segunda Guerra Mundial, donde ya intervinieron otras naciones no europeas, como Estados Unidos y Japón. En este artículo queremos ir al origen de ambos conflictos para conocer más sobre sus causas y entender qué es lo que llevó a tantos hombres a la guerra en aquel periodo tan convulso de la historia europea.
Turquía empieza a bombardear a los kurdos en Afrin, Rojava (Kurdistán sirio). La operación militar con el nombre de ‘Rama de olivo’ se inició a las 16 h locales con bombardeos y ataques de artillería. ‘Más de 100 puntos militares, áreas resididas por civiles y un campo de desplazados fueron el objetivo de la aviación turca’, dijeron las Unidad de Defensa del Pueblo (YPG) en su comunicado. Siete civiles y tres militares perdieron la vida. Además, veinte personas entre ellas dos menores resultaron heridas en estos ataques.
El presidente turco, Receb Tayyib Erdogan, dio inicio a la operación en un mitin y aseguró que no permitiría la presencia de las fuerzas kurdas a lo largo de la frontera de su país con Siria.